Somos muchos los Dietistas-Nutricionistas a los que no nos gusta demasiado el concepto de "Dieta", en mi caso prefiero hablar de un "Plan de alimentación controlado".
En general cualquier tipo de dieta o plan de alimentación, siempre dentro de unos parámetros saludables, puede ser aceptada para un periodo más o menos amplio - dependiendo de numerosos factores - para la inmensa mayoría de la población, para perfiles más jóvenes, de mayor edad, deportistas, etc.
Cualquier abordaje nutricional que suponga un distanciamiento grande respecto a hábitos nutricionales que aporten variedad en cuanto a nutrientes, en mi opinión, no debería aplicarse salvo en situaciones especiales o para breves periodos de tiempo. En este sentido, más que indicar qué dietas no elegir (podríamos enumerar infinidad de ellas que circulan por las redes), sería más apropiado hablar de aquellas que pueden tener buena acogida entre la gente, es decir aquellas que convendría en mayor medida escoger. Lo ideal sería basar nuestra alimentación en un patrón de dieta mediterránea, esto es con variedad de alimentos, distribución adecuada de comidas y hábitos de vida saludables.
Conviene así evitar el uso continuado, indiscriminado y sin control médico de dietas hiperproteicas (como la famosa dieta Dukan), dietas líquidas o de ayuno u otras “famosas” como la dieta de la alcachofa. Ojo también a las dietas veganas o vegetarianas estrictas, pues según el perfil podrían requerir de un suplemento nutricional debido al mayor riesgo de déficit de macro y micronutrientes, como por ejemplo un déficit de Vitamina B12 (presente en alimentos de origen animal) que podría llevar a un estado anémico o, a largo plazo, a alteraciones del sistema nervioso.
Por tanto, olvidemos las “dietas milagro” y aquellas monótonas y sin variedad en carbohidratos, proteínas y grasas, es la mejor forma de asegurarnos una alimentación adecuada y una calidad de vida óptima.
¡A cuidarse!